Un par de apuntes sobre la lectura del silencio

Se me da por leer despacio cada silencio. Saborear cada letra que no fue.
Con el tiempo he aprendido a saber quedarme callado para leer las pequeñas conspiraciones que se urden con cada palabra omitida.
Aprendí a masticar cada frase hasta formar un solo cuerpo con el que habría de escupir hacia arriba para decir que nunca más una mirada.
Y cargo con la vida, con las risas en peligro de extinción, con los abrazos en falso y el cariño precoz.
Y la realidad aparece de pronto cuando se lee por completo el silencio.
Y con el insight, la ilusión aborda el agua en la taza del sanitario y agarra el rumbo del mar.

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