Un par de intentos

Todo se reduce a que ella duerme.

Ella duerme y las arañas se vuelven trampas de polvo.
Sueña con una niña que baila descalza
un gato gris que se llama Calamar
y una maceta donde sembrar el romero.

Ella duerme
y los murciélagos bailan colgados
como recién ahorcados
como si oyeran un viejo rythm and blues
como si en su pecho se albergan miríadas de minúsculos:
escarabajos de color naranja
luciérnagas
polillas doradas
y un colibrí.

Ella duerme
y caen al agua
los frascos llenos de mar
de un niño que se ha despeinado una vez más.

Ella duerme
una hormiga ha encontrado el mar
y al niño despeinado
y a los murciélagos.

Se ha marchado en reverencial silencio.


Primavera

Tengo anotado en algún lugar
"esencia de orquídeas".
Era una idea para poner en un poema.

Tengo la bruma ardorosa de abril sobre la ciudad.

La ciudad huele a meados.
Es una ciudad incontinente.

Es una bruma pegajosa.

Pero a ratos
los chontes cantan
cantan
cantan
cantan
(piden que deje de apestar a meados)
y una nube deja caer, al fin, chorros de agua
como si lavara el patio.

Entonces huele a otra cosa.
Hasta que la ciudad se asusta de nuevo.

Y se mea
y apesta
a vieja
a olvidada
a rancia
a incontinente.

Y los chontes cantan
y llueve
y los maquilishuats
le ponen revuelos rosas a este calzón viejo
y meado.


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