Unas palabras para la espina que no me dejaba irme a dormir


Cuando te tengo sos una pequeña idea. No dolés lo suficiente, como una fina espinita de cactus clavada entre los dedos anular y medio o medio e índice.

Sé que estás ahí. Ahí, entre el compromiso de encontrarnos alguna vez, aunque sea para decir que no eras solo una intuición fallida y mi capacidad de inventarme pequeños dolores para saberme creíble.

No puedo dormir y vos existís: te pienso y es como sentirte

Existo y existís aunque sea como una espina que nunca va a llegar a hacerme supurar. Y te amo y te beso esta noche aunque solo seás esa espina idea para la que no encontraba palabras y que no me dejaba irme a dormir.

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