Una de cinchos

El cincho, que tengo un mes de estar usando, me pide que lo aprete un punto más hacia adentro. Mas bien, el pantalón lo pide. El cincho tiene un mes y días de apretar a mi cadera los cuatro pantalones que uso para ir a casi cualquier lado. Hay un pantalón que no conoce. El último que compré, dos tallas abajo del anterior que había comprado el año pasado no requiere cincho aún pero espero que pronto lo necesite.

Cuento esto y pienso en todos los cinchos que he usado. Y como una vez decidí dejar de usarlos. Y como ahora uso uno para mantener el pantalón en su puesto. Un poco metáfora de la vida: elegir el cincho que se usa, elegir cuanto se apreta, cuanto se afloja. Cuando soltarlo y liberar botones para atiborrarse de cosas. Saber que existen mecanismos, pequeñas cosas que uno usa solo por un rato, para que no se caigan otras, cosas que uno usa mientras tanto. Ya llegará el día de dejar este cincho y usar otro.

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