Crónica de un lunes ya pasado

Un pequeño escarabajo huye del agua. El vaso blanco es acaso una pared demasiado seca y no siente la angustia de ser llevado por la corriente hacia el fondo.

Apenas y hace frío. No se tensan los dedos.

No había podido escuchar música tranquilo. Suena Fearless. Afuera, a unos cuantos metros, un grupo de gente dividido en pequeños subgrupos de conocidos se acarician con el calor de una fogata que bien podría ser cualquiera. El fuego no tiene distingos y quema por igual a polillas y niños demasiado imprudentes.

(El escarabajo ha subido unos centímetros. Debería tomarle una foto.)

♫ Walk on, walk on

with hope in your heart

and you'll never walk alone

you'll never walk alone ♫

El aire me corta el el pulmón. Hay algo como demasiado puro. Debería poder fumarme un cigarro. No he quemado uno solo desde que vine.

De alguna manera soy ese viento y ese fuego.

No soy el fuego. O si. Quizás hay un demasiado cerca de mi. Quizás si quemo todo lo que se me acerca demasiado, atraído por la luz o el calor. Talvéz no es del todo malo. Pero es necesario sacudir las cenizas que quedan. Encontrar quien sople un poco las brasas.

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Pequeños apuntes del lunes por la noche. Tomados en alguna parte de la zona alta de La Palma, Chalatenango.