Bipolaridad inteligente

Había una dinámica en el grupo de la iglesia del que fuí parte en mi preadolescencia, en un papel anotaban mis defectos y cualidades. Era un -hoy- bonito golpe de realidad: todo el mundo alababa mi inteligencia (no sé cómo le hacían para calcularla) y se quejaba de mi seriedad, de mi cara de bravura.

Por otro lado, dicha medida era paradójica, también solían decir que era alegre, lo cual marca que de algún modo todo el mundo me veía como una suerte de bipolar inteligente o algo por el estilo. Así que con esta alegre seriedad te espero este lunes. Me dicen desde hace décadas (este año llevo tres décadas en la tierra, ¿sabe?), que me veo serio. Mas bien, bravo. Y que también soy alegre. Y que también soy muy humano y que mi apariencia de dureza engaña.

En todo caso he tratado de ser bueno. Supongo que eso debe ser importante para caracterizarme, mas allá de mi apariencia de hombre enojado.

Como fuere, esta semana fue interesante, confirmando cambios en mi lugar de trabajo, visualizando más retos enfrente y confiando en mi mismo que este año lo haré diferente.

Ahí les sigo contando como va este asunto.

Víctor

P.D.: Soñé que andaba con una cipota cuyo nombre no he de decir. Yo que no me acuerdo de los sueños.
P.D.2: Otra cipota que una vez me gustó me llamó para preguntarme si mi papá había muerto. No me acordaba de su voz y que me llamara por eso fue bien raro, pero me alegró que se preocupara por mi.
P.D.3: La Ligia y la Virginia rulean grandemente. Y lamento no haber visto a la Ana cuando anduvo acá. Mucho. Solo eso y que vuelva Campo Pagado

Comentarios

Jerry H. ha dicho que…
Ahora, imaginate lo que pensarán tus estudiantes adultos... jajaja. Buena semana para vos.
Raquel ha dicho que…
Ayer leí tu post y amanecí pensando en tu cara "brava", aunque tengo idea de que la única vez que te he visto en persona no me pareciste enojón.
Creo que todo esto de la cara de bravura se me quedó en la cabeza porque padezco del mismo mal del semblante serio -porque qué va, para mi no es que seamos enojados sino que somos serios-.
A veces me sorprende cómo la gente puede leer tanto un rostro, al grado de ver cosas que no son y juzgar mal el carácter de alguien. Si uno no anda por la vida sonriendo no significa que seas encachimbado ni que seas uno de esos payasos tristes. Tal vez solo sos inexpresivo o tenés una cara neutra, 'normal', que la gente descifra como seria. Y eso puede ser dado por la naturaleza o creado por nosotros como un mecanismo de defensa.
Quizá esta reflexión era más para mí misma, pero igual te la comparto.

Entradas populares