Uno de soledades como cadáveres y canciones que le ponen la piel de gallina a uno

En noches como esta, la soledad se envuelve con el olor de viejas ilusiones de invierno. Si, las gotas de lluvia, los pies mojados y la humedad que se desliza por la pared de mi cabecera influyen un tanto. Un vago destello que se advierte en las nubes me susurra nombres, y la soledad se pone sus ropas, y me es esquiva como ellas, me sonríe y luego esconde la cara, y un dulce dolor se anida en mis manos mojadas. Caigo de rodillas y hundo la cara en el frío fango que arrastran mis pasos.

Las ilusiones de invierno son jodidas. Se manifiestan en neblinas y le calan a uno en los huesos. Duelen las rodillas, el peso de mis años y el peso de los silencios y de las cosas que hubiera dicho vuelven mi traje en llantos no hechos, pero que igual enlentecen los pasos. Son hermosas gotas de agua que refrescan algunas flores, y arrastran una sombra extraña en mis páginas, haciendo ilegibles y tortuosas mis líneas, pero llenas de colores grises y lindas mariposas que anuncian pequeñas muertes de madrugada.

Las ilusiones de verano por el contrario son más fugaces y se sudan como una calentura, como una noche sin sueño, como un acostarse de todos los lados posibles hasta acabar la madrugada siguiente caminando por la calle sin rumbo, pensando en una frase por decir que nunca llegará más allá de un cuaderno viejo. Cuando llegan en tiempo de frío se queman al paso del viento, se funden con las páginas que enciendo para calentarme un poco el alma, con las hojas que se queman como sahumerio propicio para nuevos sueños.

Mientras, todo es ahora un poco de no querer estar dormido y un poco aborrecer estar despierto de madrugada, teniendo solo recuerdos para pensar. Lo bailado no se quita, ahí están las ampollas y los pies torcidos. Nada que no se queme con un cigarro, Fearless y acostarme en el techo, y dejar que la lluvia me abrace como esas frías cadáveres para fundirme con ellas en un agua que va por el albañal hacia el mar... hacia el mar...

Y si, You'll never walk alone.