De cómo un lunes amanece uno cayendo en cuenta que es poblador económicamente activo

No sé cómo comenzar a contarles de que ya estoy trabajando. Bueno, si, así, contándoles que no sé cómo comenzar. antes de vacaciones era un desempleado al que le pidieron una carta de recomendación – que no pude conseguir porque esteeee, no conocía a alguien con las características exigidas para extenderla y quien podía me pidió hasta la magnífica para hacerlo – y al finalizar la semana posvacación, ya era nuevamente miembro de la PEA, con horario de entrada pero sin hora exacta de salida. Así pues heme acá en mi primer lunes de trabajo, cansado y sin poder evitar pensar en que tengo mucho por hacer en los días que vienen. De mi trabajo puedo decir que es en esa difusa y rica área de la intervención psicosocial, y que según voy viendo tendré chances de ver si investigo algo (cruzo los dedos por tener el chance, casi nada me haría sentir tan satisfecho como eso)o al menos sistematizo las experiencias para ir dejando un aporte.

 

Pero mas allá de todo estoy agradecido. Agradecido porque todo llegó sin yo buscarlo, sin que nada más que mi recuerdo anduviera papaloteando en la mente de alguien y me metiera en un grupo de curriculums. agradecido porque es una oportunidad no solo de desarrollarme profesionalmente, si no además en mi área, haciendo valedero el sacrificio de ser mantenido por mis papás a una edad en la que yo hubiera esperado ya haber dejado el nido. Pero bien, todo llega a su tiempo y en su sabiduría el Súper Supremo hizo que todo llegara a buen puerto. Hoy queda aprovechar el chance y dar el 110%, como es justo y necesario con aquello a lo que uno ama.

 

Victor