A night to remember
Viernes, 7 PM. Tanta vuelta me presagiaba malos augurios. Yo esperando aún a mi mamá en su trabajo, a una hora de una reunión que nunca supe si estaba bien hacer, desesperado jugando Klondike en la pantallita del ipod mientras sonaba Hendrix en los parlantes de la radio del carro.
Llegué a casa casi a la hora de salir al lugar donde convoqué a quienes han sido históricamente mis amig@s más cercan@s en mi historia pasada y reciente. No sé bien ni porqué lo hice, disfruto de la compañía de mis amigos y amigas, pero sentía cierto repelús a convocarlos por mi cumpleaños. Ni que fuera la gran onda, nunca he sido muy dado a celebrarme a mí mismo y menos a que otrta gente me celebre; rollos que no vienen al caso en fin.
Pero bueno, igual quería verlos y esta era la ocasión para hacerlo, y para experimentar juntar a mis diferentes "entornos psicosociales" como le decía luego a Ligia. Y es que a pesar de contar con un núcleo de amigos con quienes me conozco desde la niñez, con el tiempo y los cambios de ambiente he ido sumando a ese conjunto de personas que me resultan esenciales para el sentido de la vida a otras personas que no tienen relación con las primeras y que posiblemente únicamente tengan en común el amor que siento por ellas y ellos. Fue un lindo experimento, y eso que me hicieron falta varias personas, gente que hubiera querido que estuviera, pero que de algún modo estuvo ahí, en mi corazón.
Dice el principio de la teoría de la gestalt que el todo no es igual a la suma de sus partes. Nunca mejor dicho que en esa reunión en que temía reinara un ambiente mayoritariamente disperso, la combinación fue mucho mejor de lo que esperaba, y hasta tuve el gusto -en vida- de ver a dos de mis grandes amigos volverse a hablar y a bromear aunque sea por ese pequeño espacio de tiempo que estuvimos metidos en ese bar, unidos por la alegría que siento de estar vivo para poder compartir con gente como ellos y ellas, gente que dan ganas de vivir y de creer en las personas.
Yo no tengo en la vida otro motivo de orgullo que ese, el de tener gente que amo y que me ama, gente por quien invertir la vida en ser mejor, en hacer un mundo mejor, aunque sea en la corta distancia de mis brazos.
Vaya por ellos y ellas, quienes estuvieron ahí y quienes me hicieron falta, a quienes he dejado de ver pero recuerdo con gran cariño, con quienes tomamos caminos distintos, a quienes apenas van comenzando a caminar cerca de mis pasos, y a quienes vayan a venir en el futuro, el más profundo agradecimiento por dejarme existir en sus vidas. No puedo más que agradecer a Dios por ese chance. Y dejar constancia de mi agradecimiento por lo vivido y mi esperanza en todo lo que vayamos a vivir.
Victor
Llegué a casa casi a la hora de salir al lugar donde convoqué a quienes han sido históricamente mis amig@s más cercan@s en mi historia pasada y reciente. No sé bien ni porqué lo hice, disfruto de la compañía de mis amigos y amigas, pero sentía cierto repelús a convocarlos por mi cumpleaños. Ni que fuera la gran onda, nunca he sido muy dado a celebrarme a mí mismo y menos a que otrta gente me celebre; rollos que no vienen al caso en fin.
Pero bueno, igual quería verlos y esta era la ocasión para hacerlo, y para experimentar juntar a mis diferentes "entornos psicosociales" como le decía luego a Ligia. Y es que a pesar de contar con un núcleo de amigos con quienes me conozco desde la niñez, con el tiempo y los cambios de ambiente he ido sumando a ese conjunto de personas que me resultan esenciales para el sentido de la vida a otras personas que no tienen relación con las primeras y que posiblemente únicamente tengan en común el amor que siento por ellas y ellos. Fue un lindo experimento, y eso que me hicieron falta varias personas, gente que hubiera querido que estuviera, pero que de algún modo estuvo ahí, en mi corazón.
Dice el principio de la teoría de la gestalt que el todo no es igual a la suma de sus partes. Nunca mejor dicho que en esa reunión en que temía reinara un ambiente mayoritariamente disperso, la combinación fue mucho mejor de lo que esperaba, y hasta tuve el gusto -en vida- de ver a dos de mis grandes amigos volverse a hablar y a bromear aunque sea por ese pequeño espacio de tiempo que estuvimos metidos en ese bar, unidos por la alegría que siento de estar vivo para poder compartir con gente como ellos y ellas, gente que dan ganas de vivir y de creer en las personas.
Yo no tengo en la vida otro motivo de orgullo que ese, el de tener gente que amo y que me ama, gente por quien invertir la vida en ser mejor, en hacer un mundo mejor, aunque sea en la corta distancia de mis brazos.
Vaya por ellos y ellas, quienes estuvieron ahí y quienes me hicieron falta, a quienes he dejado de ver pero recuerdo con gran cariño, con quienes tomamos caminos distintos, a quienes apenas van comenzando a caminar cerca de mis pasos, y a quienes vayan a venir en el futuro, el más profundo agradecimiento por dejarme existir en sus vidas. No puedo más que agradecer a Dios por ese chance. Y dejar constancia de mi agradecimiento por lo vivido y mi esperanza en todo lo que vayamos a vivir.
Victor
Comentarios
Y sí, eso es lindo de hacer en un dia especial, juntar a la gente que querés y que casi no ves