Partido en dos...

Alta Hora inició hace más de dos años como un público espacio personalísimo. Hablaba en los inicios de mi vida, relataba cosas que iban pasando en ella. Así pues quienes vienen desde el principio y me siguen hasta hoy (cosa que agradezco infinitamente), vieron el culmen y el desenlace de mi última historia de amor, supieron de mis conflictos personales en el proceso de graduación y conocieron aspectos de mi historia, algunos tan personales como el primer poema que tengo constancia de haber escrito o mis hábitos de lectura. Igual desde el inicio iba dejando constancia de mis reacciones o reflexiones sobre la realidad en la que vivo.

Con el tiempo, hablar de mi se volvió una tarea difícil, porque entre cuatro temas hablando del país, sentía que desentonaba uno hablando, digamos, de nocturnas papalotas en el duodeno a medianoche por alguna salvadoreña que me provocó unas letras. Desde hace ratos tuve esta intención de hacer un apartado personal, público siempre, pero personal. Y bueno, acá comienza.

Si me ha seguido hasta acá, se lo agradezco profundamente. Si solo vino a curiosear, también. Queda abierta la puerta para que vuelva cuando quiera.



Victor